Broma de mal gusto a un menor discapacitado
Martes 16 de enero de 2007 En Concepción del Uruguay
El joven fue a tatuarse el escudo de Boca Juniors, pero en lugar de la insignia del club le hicieron un pene; "Estoy indignada", dijo la madre a LANACION.com y confirmó que los va a denunciar por estafa y daño moral
Comenzó siendo una broma de mal gusto, pero terminará siendo un gran dolor de cabeza para los dos tatuadores que pintaron un pene y dos testículos en la espalda de un joven discapacitado, de 17 años. Los padres del menor los denunciaron por estafa y daño moral.
Mirta Ramiro, la madre del menor, contó a LANACION.com que en su familia se encuentran todos muy tristes y angustiados por lo sucedido. "Queremos que paguen por lo que hicieron", dijo indignada y agregó que su hijo no se dio cuenta de nada de lo que pasó. "Él tiene una discapacidad del 80 por ciento, es como si tuviese 11 años. Lo que le hicieron es una crueldad que no tiene justificación".
La madre relató que intentaron tapar ese tatuaje con otro. "Le hicimos una Virgen arriba, pero no le quedó muy bien", dijo. Comentó también que los "tatuadores" son unos delincuentes que andan armados por el barrio y que ya recibió amenazas.
Todo se originó con la idea del joven de realizarse el tatuaje del escudo del club del cual es hincha. Se acercó hasta una vivienda donde dos personas de su (supuesta) confianza se ofrecieron para efectuarle dicho trabajo e inclusive le dijeron que no le iban a cobrar nada.
Los tatuadores fueron identificados como Carlos Ramírez, de 18 años, y Marcos Coronel, de 21. Ellos se habrían ofrecido con el fin de llevar adelante su broma de mal gusto. Luego, cobardemente, le ataron las manos para que no pudiera defenderse.
Una vez finalizado el "chiste", el joven llegó a su casa y le pidió a su madre que mirase su espalda. Su madre esperaba ver el escudo de Boca Juniors, pero en lugar de eso descubrió un pene y dos testículos de gran tamaño. Acto seguido, la madre y el menor fueron a la comisaría a radicar la denuncia.
Un hecho inédito. La causa está caratulada en la parte inicial de la investigación como estafa, pero podría cambiar a lesiones graves, ya que el daño producido puede llegar a derivar en una lesión irreversible. Un tatuaje en la espalda no sale sencillamente, sino a través de costosas intervenciones quirúrgicas o la aplicación de sistema de rayo láser, que tampoco es económico.
La investigación judicial la lleva adelante la jueza de Instrucción Estela Natal de Rebossio. LANACION.com intentó comunicarse con ella, pero se negó a responder el llamado. Sin embargo, fuentes judiciales informaron que se encuentra buscando material o antecedentes a nivel nacional ya que el hecho es inédito y no existen hechos de estas características.
El problema es que aunque se eleve la carátula a lesiones graves, la pena igual es excarcelable.
Los pasos a seguir en la causa judicial serán la toma de declaración indagatoria a los imputados y luego al menor tatuado.
0 comentarios:
Publicar un comentario